Alice Cabot

Ficha del invocador



Nombre Completo: Alice Cabot
Edad: 17 años
Fecha de nacimiento: 16 de febrero de 1993
Orientación sexual: Heterosexual

Descripción física (mínimo 5 lineas):
Aunque ella no lo crea, ya que además no tuvo una verdadera madre que se lo pudiese decir, Alice es una hermosa chica. Su pelo es rojo como el fuego de su elemental, vivo, con volumen y ondulado, alborotado alrededor de su fina cara. Sus mejillas están llenas de pecas, algo que a Kenneth le resulta adorable. Sus ojos son muy grandes, expresivos y verdes, y dirigen miradas penetrantes; y están enmarcados por oscuras pestañas. Sus labios son rojos y carnosos, contrastando con el resto de su piel pálida. Alice es una chica fina y delgada que viste ropas cómodas y favorecedoras, aunque no siempre muy femeninas. No suele llevar ningún tipo de joyas o adornos. Es ágil y rápida, y se le da extraordinariamente bien esconderse.

Descripción psicológica (mínimo 5 líneas):
Posee un carácter fogoso como su melena y su elemento. Es muy apasionada, vive intensamente todas sus emociones. Si está triste, es muy melancólica y cuesta sacarla de su estado de ánimo; y si está contenta, que suele ser lo habitual, es increíblemente vivaracha y divertida. Suele estar de buen humor, es amable, divertida, y sociable. Se siente atraída por Ken, pero es algo que le da vergüenza admitir. Es valiente, luchadora, nunca se rinde y le gusta ayudar a los demás. Es bastante inteligente y cuesta engañarla. A pesar de ser una buena persona, puede no ser muy difícil enfadarla, y si lo haces, lo mejor será que te alejes todo cuanto puedas.
Le gusta mucho escribir. Suele inventar todo tipo de historias, desde cuentos con moraleja hasta ideas para largas sagas, aunque esas no suele tener tiempo para desarrollarlas. Ken suele decir que tiene un don para eso, que es una excelente narradora; pero Alice siempre se sonroja y no se lo toma demasiado en serio.

Historia (mínimo 8 líneas completas):
Afueras de Nueva Orleans, 1993. Un tren en llamas atraviesa el campo. Un espectro de fuego siembra el terror en las sombras de la noche, pero eso no es más que el principio. Atravesando las llamas, sin ninguna oportunidad de salvarse, una mujer sale a trompicones del vagón con un bebé en brazos antes de que el tren explote. Llora; llora porque ha dejado a su marido, ya muerto, atrás. Llora porque no verá crecer a su hija de apenas unos meses, y llora por sí misma.
Una anciana encuentra en el bosque en el que vivía el cadáver de una mujer, no muy lejos del accidente del tren. Entre los brazos de esta, descubre un pequeño bulto que coge en brazos. Es un bebé; una niña de enormes ojos verdes que la devuelven una mirada penetrante y extrañamente seria y madura. La anciana mujer toma una decisión, y adopta no oficialmente a la pequeña. Nadie supo jamás que aquella mujer muerta que se encontró cerca del tren incendiado había salido del tren con una pequeña superviviente en brazos. Para la policía, Alice Cabot jamás viajó a bordo.
La pequeña Alice creció, aprendió a cocinar, coser, y demás tareas que la anciana Maggie le enseñó, y también estudió libros de texto por su cuenta. Era una joven muchacha inteligente y en quien se podía confiar para casi cualquier cosa. Sin embargo, misteriosos hechos se relacionaron con la joven Alice. Maggie no solía hablar de ello, y tampoco la contó lo del tren, ni quién era su verdadera madre. Alice sólo tiene borrosos recuerdos de habitaciones incendiadas, plantas secas y agua evaporándose que siempre creyó que eran sueños. Pero no eran sueños en absoluto, aunque Maggie jamás quiso contarle la verdad a su hija adoptiva.
Pero Maggie era anciana, y el día que Alice cumplió 17 años, murió. Alice sólo derramó una lágrima, pero lamentó su pérdida. Fue a pasear al bosque, decidiendo dónde sería el lugar perfecto para enterrar a su “abuela”. Pero algo sucedió. El sonido del crepitar de las llamas le llegó a sus oídos, y un fuerte olor a quemado llamó su atención. Siguiendo la luz de un fuego que se había provocado más allá, llegó a una zona del bosque que se estaba incendiando. Alice no sintió miedo al notar tan cerca las llamas. Oyó pisadas al otro lado del fuego, se dio cuenta de que alguien había sido rodeado, y si no hacía algo, moriría. Sin pensárselo más, y en un acto que se podría catalogar como absolutamente loco e insensato, buscó una zona donde las llamas eran más débiles, trepó a un árbol y saltó al otro lado. Allí encontró a una chica joven. Delante de ella, la chica perdió el conocimiento, algo que Alice no tardó en hacer a causa de respirar el humo. Despertó después, aunque no sabía cuánto después. No había rastro de la chica de antes, y el fuego había desaparecido. Pero eso no era todo. Había alguien con ella. Se trataba de un hombre joven e increíblemente atractivo, o eso pensó Alice, que la contemplaba divertido y amable. Su nombre era Kenneth, y era un elemental, algo que Alice ignoraba que existiese. Un fuerte vínculo se estableció entre Kenneth y Alice, convirtiéndose esta última en su invocadora tras saber todo lo que debía conocer sobre ese tema, y que Ken (así lo llamaba ella) le contó.
No tardó en recibir la visita de la dama Elements, una misteriosa mujer que la ofreció llevarla a una academia, donde aprendería todo lo relacionado con los elementales. Animada por Ken, y sin nada que perder ni a nadie que le quedase a quien dejar atrás, Alice aceptó y fue a la academia…
Gustos: Kenneth, la comida italiana, entrenarse, aprender cosas y escribir.
Odios: el frío excesivo.
Obsesiones: No ser débil, ni parecerlo.
Manías: enredar un dedo en su pelo.
Otros datos: Tiene un diario que no deja leer a nadie, ni siquiera a Kenneth.

Ficha del elemental



Nombre Completo: Kenneth
Edad: 6 meses
Elemento (tierra, aire, agua, fuego): fuego
Descripción física (mínimo 5 lineas):
Generalmente adopta el aspecto de un atractivo muchacho de aspecto desgarbado y seguro, con una sonrisa ladeada y divertida y una mirada pícara. Su cabello es rubio, rizado y corto, y sus ojos, muchas veces entrecerrados con socarronería, azules. Es alto y musculoso, aunque no en exceso. Su piel es bronceada y tersa. Todos sus movimientos son delicados y elegantes, demuestran seguridad y firmeza, aunque a veces Kenneth es algo engreído. No se preocupa demasiado por la vestimenta, que suele ser informal y juvenil.

Descripción psicológica (mínimo 5 líneas):
El carácter de Kenneth es tan cálido, atrayente, e indomable como su mismo elemento. Por un lado, es de ideas firmes, a veces tozudo aunque de mente abierta, y no se amilana ante nadie. Es valiente, seguro y poderoso. Por otro lado, es amable, protector, carismático, dulce… Le une un gran vínculo con Alice. A veces ella le desquicia, pero en el fondo la quiere mucho. No obstante, en ocasiones le gusta tomarla el pelo, con su humor sarcástico y pícaro. Cuando se enfada, suele ser arrogante, insolente y engreído, pero es muy inteligente y perspicaz, no hay secreto que Alice pueda ocultarle. Siempre está al lado de su amiga e invocadora, rara vez se les ve separados.

Poderes: Manejar el fuego a su antojo (aunque, por ahora, con limitaciones) creando pequeñas bolas ígneas o llamaradas. También puede lanzar pequeños dardos de fuego que brotan de sus dedos, como si fueran balas o flechas. Caldear un cuerpo, lo que suele hacer si Alice tiene frío, por lo que nunca suele constiparse.

Gustos: El fuego, Alice, la academia, divertirse, las historias de su invocadora.
Odios: No le gusta mucho el agua, aunque no la odia del todo. Aburrirse.
Obsesiones: -
Manías: quejarse cuando se aburre.
Otros datos: